“Quienes acuden a mí, lo hacen porque a nivel psíquico su mente ya no puede más. Necesitan respuestas, pero no alguien que les saque lo que quieren oír sino que le transmita la paz y el sosiego que en el fondo de su ser están buscando.
“A mí acuden tanto quienes necesitan el consuelo de saber si su situación financiera va a mejorar como quienes han perdido a alguien o sienten que hay algo a su alrededor que impide que alcancen sus metas. Nos son personas desvalidas quienes acuden a una vidente telefónica si no personas que entienden que las respuestas pueden estar aguardando en el plano astral y necesitan a alguien con la sensibilidad y el don natural para hacerlo.“
La mía es la quinta generación de videntes en mi familia. Siempre recuerdo cómo mi madre me ayudaba en aquellas primeras veces en las que el don de la videncia comenzaba a aflorar. Cuando no había nadie en casa y acudía algún consultante, me dejaba participar. Entendía que solo viendo por mí misma que ella también veía en el plano astral, dejaría de sentirme asustada. Así aprendí a controlar los momentos de videncia natural. Y allí encontré mi propio camino como lectora de manos y auras.
Con una larga y amplia trayectoria dentro de la cartomancia, el tarot gitano y la videncia, Fátima se incorpora al gabinete de videntes telefónicas de Futooro para enriquecer el elenco de profesionales del tarot y la videncia naturales.